Cap. 1: Resacas y problemas del espacio-tiempo

2/12/09
- ¿Qué cojones pasa Mo? El suelo se acaba de mover y me he caído de la cama. Me cago en la puta, que resaca tengo. ¿Qué coño haces?

- Sí Jon, buenos días, yo también me alegro de verte.

- Bah, no me jodas, tú nunca te alegras de verme y los dos lo sabemos. ¿Me pasé mucho anoche? Maldita sea, no recuerdo casi nada… ¿algo que deba preocuparme o avergonzarme?

- Bastante de las dos cosas. 

- Vale. No quiero saberlo. No me cuentes nada. ¿Dónde estamos?

- Es justo lo que intentaba averiguar antes de que vinieras a incordiar. A lo lejos se empieza a divisar un cartel con un logotipo que parece el de McDonald’s. Supongo que estamos en algún punto del planeta Tierra, por suerte.

- ¿Supones?

- Sí, Jon. Supongo.

- ¿Y por qué no lo sabes en vez de suponerlo?

- Porque anoche, por motivos que no quieres saber, produjiste una avería en la nave. Esa avería provocó que nos fuéramos directos a un campo de distorsión del continuo espacio-tiempo. Y después de horas tratando de salir de él y de reparar los desperfectos de la nave, he conseguido estabilizar nuestra situación hace unos minutos, cuando tú has despertado.

- Menuda mierda…

- Eso mismo dijiste antes de caer dormido.

- Bueno vale, vamos a centrarnos en el presente. Sí, eso parece un McDonald’s. Tengo hambre, vamos a desayunar y podremos confirmar dónde estamos. 

- Y cuando.

- ¿Qué?

- No sé en que año estamos.

- Joder, no me das más que malas noticias.

- Te puedo dar una buena noticia: gracias a mi no fuiste sodomizado. Aunque me arrepiento, la verdad…

- Sí, vale, pues muchas gracias. Escucha, una pregunta Mo; ¿es normal que ahoa mismo una hiena me esté lamiendo la mano?

- No es una hiena, es un perro.

- Tiene toda la pinta de ser una hiena.

- Si lo fuera, te estaría comiendo la mano en vez de lamerla. Es un perro feo y con aspecto andrajoso, pero es un perro. Por cierto, es tu perro desde anoche.

- ¿Cómo pasó para…? Déjalo, mejor no saberlo. Una cosa: ¿me conviene abandonar al perro?

- Si estimas tu pellejo, mejor no lo hagas.

- ¿Y tiene nombre la hiena, digo… el perro?

- Jonito

- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Quién cojones le puso ese nombre?

- Tú

- Cada vez me duele más la cabeza…

- Vamos a bajar a ver si desayunamos.

- Sí, será mejor.

0 comentarios:

Publicar un comentario